De profundo impacto, la historia de personas cercanas que a pesar de profesarse un amor real, de esos tan buenos que pasan anos y no acaban, terminan por decisiones de dolor o quiza por su empeno en no querer compartirse a pesar que en el fondo no les importe, porque su ausencia es mucho más sentida.
Ella: De ti solo tengo silencios......
El: No es silencio. La vida da exactamente lo que damos, si das silencios eso recibes. Andas conmigo, te veo, te huelo, te siento, rio y hasta lloro.
Ella piensa, que nuevamente la historia se repitió y él dice que se repite para darle respuesta a una pregunta y esa pregunta es, para qué?
La verdad, ella no conoce a ciencia cierta la respuesta, pero ha especulado al respecto, quizá tenía la esperanza en la fuerza del amor entre ellos, creía que él podía cambiar su situación. Sin embargo,no faltó mucho tiempo para darse cuenta que no fue, no es y no será así. Por lo menos no será por la estancia de ella en su vida, en donde ha permanecido despues de conocerse en la distancia, ella emigró salió corriendo y se refugió en un mal lugar. Al reencontrarse, verifica una vez más la intensidad, sincronicidad, enlace… y energía que los envuelve, sin embargo, no es suficiente.Ella vuelve a correr, está vez con mayor dolor....
Antes de huir, ella le pregunta: Si pudieras cambiar la historia que harías?
El sin titubear responde. Seria tu príncipe real! Te sacaría a pasear, al cine, a la playa, me divertiría más contigo, estudiaría menos. Viviría a tu lado como un niño que ama! Solo eso. Ya tuviese tres hijos y seriamos cinco niños aprendiendo de la vida. No más!
Volvió el silencio... ella logró ver al nino detrás del hombre.
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